Archivos para agosto, 2011

Hace un año, en la tierra de las oportunidades, Rafa Nadal hizo posible lo imposible. Con todo en su contra, salvo su orgullo y su hambre, conquistó las américas. Aquí selló de un mordisco su último triunfo en un grande. Un año después, Nadal regresa al torneo más eléctrico del circuito, y no solo por el color. Aquí solo ganan los mejores. Y hoy, la alfombra azul de Flushing Meadows se despliega para él.

Hace un año, Nadal se tiró al suelo para certificar su gloria cuando la pelota de su rival salió por el lateral. Las manos en la cara, cubriendo quizá las lágrimas. Alzando los brazos y clavando la rodilla en la tierra conquistada. En la grada, un Toni Nadal levantado de la silla, intentando durante todo el partido elevar a su sobrino hacia la cima del éxito. No existían el uno sin el otro. Sobrino y tío, el tándem que había llevado el nombre de España por todos los rincones del mundo y que lograba triunfar en todos los continentes, en todo el planeta tenis. Fue la última vez que Rafa Nadal venció a Novak Djokovic.

Hoy, a pesar de todas las finales alcanzadas, parecen pesar más las 10 derrotas que acumula en el año. No se ven las 53 victorias, sino que Nadal no había llegado al US Open con tantos partidos perdidos en sus piernas desde 2007. Y parece que todo ha cambiado. Aunque el escenario y los protagonistas que se han dado cita en Flushing Meadows sean los mismos.

Un año da para mucho. Entre otras cosas, crecer. «Ya no soy un niño», dice Nadal. Comienza a pesar la total dependencia que le unía a su tío. ¿Quiere volar solo? De ninguna manera. Solo quiere decidir más y es consciente de que si el trato y las tácticas de entrenamiento que utiliza con él llegaran de cualquier otra persona ajena a la familia, no se lo hubiera consentido. «Antes todo lo que decía lo cumplía sin rechistar, ahora puedo argumentar y el sabe que tengo 25 años». No, ya no es aquel muchacho que llegaba de los entrenamientos entre lágrimas y que recibía el mote de «niñito de mamá» o «jugador de cuarta» cuando no golpeaba bien. Es el tenista de los 10 Grand Slams que, en el último año en que la hegemonía del tenis ha cambiado, dice que sigue el mismo objetivo que siempre: «Ser mejor tenista que antes». Pero ahora, ese mejor tenista tiene nombre serbio.

Hace un año, nadie se fijó en que el rival de Nadal en el último partido era un Novak Djokovic que nadie tomaba demasiado en serio. Ni él. Lleno de orgullo todavía adolescente, el serbio arrebató un set al español, pero ahí se quedó. Con gestos de sorpresa cuando lograba arrebatarle un punto. Con pataletas de niño pequeño cuando los perdía. Con la proeza a las puertas porque otro había sido llamado antes que él para abrirlas. Ahora es Djokovic quien empuja fuerte y, al revés que Nadal, él tiene todo a su favor. Su año, su confianza y su tenis.

Es, por mucho que intente quitarse presión, el gran reto de Nadal. Interno, que viene de uno externo, porque tiene por delante la difícil labor de recuperar la confianza perdida en las cinco finales arrebatadas por el serbio. Desde fuera se ve muy claro. «Djokovic es el único que puede meter presión a Nadal. Es con el único con el que le he visto frustrado», asegura un experto en la materia como Pete Sampras. Es la asignatura pendiente que va pesando sobre sus piernas. En septiembre llegan las recuperaciones, pero hay que estudiar para aprobar.

Y tan concentrado ha estado Nadal en vencer a Djokovic que se olvidó de que el camino de un torneo es largo, con baches, obstáculos y rivales que también tienen su tenis, y su honor. Antes de Djokovic hay un mundo, con Dodig y Fish en él, que parece invisible a los ojos del niño que ya se ha hecho mayor. La situación, nueva y desafiante, ha torcido la sonrisa y ha nublado la vista de los títulos.

Casi septiembre, Estados Unidos, y el último examen comienza hoy.

Cayó Andy Murray y Nadal en su partido de estreno, ayer Federer en su segundo partido, de nuevo ante su verdugo en Wimbledon, Jo-Wilfried Tsonga. Robin Soderling ni siquiera participaba. A priori, los favoritos le despejan el camino al número uno en su estreno como rey de las pistas.

Murray, eliminado en su debut

No obstante, no es esta la noticia. Las victorias de Djokovic parecen aseguradas en el 2011. La noticia estriba en que hay otros jugadores que reivindican su sitio, esos que han tenido la mala suerte de compartir época tenística con Federer, Nadal y ahora el serbio.

Reivindican su portada en los grandes torneos, esos que copan siempre los cuatro primeros, pero a los que ya Jo-Wilfried Tsonga amenazó con su soberanía. Era Wimbledon. Sobre la hierba londinense faltó uno de los cuatro magníficos porque la gran envergadura del francés pudo con la del suizo Roger Federer.

Federer perdió en su segundo partido

En Montreal los «outsiders» han vuelto a levantar sus raquetas en alto en busca de un sitio en la historia, aunque sea un apunte anecdótico. Buscan las migajas que otros de más arriba sueltan, pero ya están aquí, y tienen ganas de batallar. El Open de Estados Unidos se plantea interesante.

Nadal se despide del torneo en su primer partido

Por ahora, Mardy Fish, Tomas Berdych, Janko Tipsarevic, Gael Monfils, Jo-Wilfried Tsonga y Nicolás Almagro, único superviviente español, firman los cuartos de final, y el primero ya las semifinales. Su órdago ya está lanzado y en la emboscada Federer, Murray y Nadal ya han caído.  Solo Djokovic aguanta en pie.

Tenistas en pie de guerra:

Mardy Fish, ya en semifinales

Tomas Berdych selló su tercera ronda ante Karlovic

Tipsarevic, el otro serbio que reivindica su sitio

Monfils sigue su camino

Tsonga volvió a derrotar a Federer

Almagro, único español superviviente

Primer paso en falso

Publicado: agosto 11, 2011 en Tenis

Era 2008 y Nadal ya acostumbraba a sus seguidores a ganar con comodidad hasta las finales. Pero llegó Roma y llegó Juan Carlos Ferrero y venció al campeón. Así, sin más. La derrota fue en primera ronda, ante otro español, por lo que no fue tan amarga.

Ayer volvió a pasar. Un tal Ivan Dodig, que ganó este año el torneo de Zagreb, desenfundó su raqueta y comenzó el que sería su segundo partido en el torneo y, previsiblemente su último. Con todos los credenciales sobre la mesa, el número 41 del mundo poco podía hacer contra el número 2, pero el tenis tiene esa capacidad para que el presunto débil termine con Caín.
No eran ni mucho menos desconocido el uno al otro. En este año, ya se habían visto las caras en las semifinales del Conde de Godó en Barcelona. En esa ocasión, el balear, casi en casa, arrolló al croata con un contundente 6-2 y 6-3.

Nada parecía presagiar otro resultado que no fuera parecido a ese. Y el 6-1 que le endosó Nadal solo presagiaban un abultado marcador.

Pero la lluvia, esa que a veces es una maravilla, fue una pesadilla para el tenista balear. La suspensión del partido, el retraso al empezar, los primeros puntos sobre una superficie y tener que volver a la caseta desequilibraron la cabeza del número 2. Ya vaticinó él que no estaba al cien por cien en su aterrizaje en Montreal, pero ni siquiera él podía presagiar que el partido se iría a las tres horas y que terminaría con dos tie breaks que cayeron del lado de Dodig.
El croata no disputó la edición de 2010, y en su primera aparición en Canadá no superó la ronda clasificatoria. Juan Carlos Ferrero se lo impidió. El mismo tenista que apeó por última vez a Nadal en primera ronda, allá en Roma, hace tres años.

Nadal felicita a Dodig tras su victoria

 

 

Era 2008, y Nadal se tomó la derrota con la deportividad que él atesora; ganó Hamburgo, Roland Garros, Queen’s, Wimbledon y Canadá. La venganza puede ser terrible, y con la raqueta de Nadal, puede no tener límites.
Segunda sorpresa de un torneo que ya se llevó por delante al número 4, Andy Murray, en la primera jornada. El escocés se encontró con un Kevin Anderson con ganas de dar el cante. Y lo dio. No dio tregua a un Murray totalmente ido, sin encontrar ni su juego ni casi su raqueta. 6-3 y 6-1, para el sudafricano.

El primer paso hacia la reconquista solo puede asegurar el segundo. Djokovic continúa en el circuito, a pesar de un dubitativo primer set contra Nikolay Davydenko, que comenzó el partido a un nivel increíble. Una pelota cambió el ritmo del encuentro. Un juego que remontó Djokovic y que cambió para siempre las riendas del primer encuentro. El número 1 se plantó con más piernas y más cabeza, las mismas que perdió el ruso conforme pasaban los minutos, los juegos y las pelotas.

Sigue el serbio en Montreal, defendiendo a capa y espada su trono. A la espera de que sus rivales le vayan dejando el camino libre para seguir agrandando su vitrina. Por ahora ya está en octavos y se enfrenta hoy a Marin Cilic (sobre las seis), que derrotó a Juan Martín del Potro. Otro, que todavía no ha encontrado su forma. Número 2 y número 4 están out; pero el 3 sigue, enfrentándose a partir de las 2330 horas a su verdugo en Wimbledon, Jo-Wilfred Tsonga.

Comienza la gira americana, por fin!

Publicado: agosto 5, 2011 en Tenis

Comienza la temporada americana. El día 8 de agosto, cumpleaños de Roger Federer, los Estados Unidos verán pasar pos sus pistas de tenis a las mejores raquetas del circuito.

Con un calendario apretado, Nadal, Djokovic, Federer y Murray encaran el final de temporada con inquietudes dispares.

Nadal tratará de subir en la clasificación para no ver demasiado lejos a Djokovic.

Nadal y Federer comparten pista de entrenamientos en la Rogers Cup

El serbio intentará mantener el tipo y el excelente estado de forma que acumula desde enero.

Murray… seguirá buscando su sitio y su cabeza.

Federer cumplirá los treinta a la espera de retomar tiempos pasados en los que solo Nadal y él se disputaban los triunfos.

El suizo quiere volver a reinar sobre las pistas, pero en estos siete meses ha encontrado ciertas deficiencias que le han impedido luchar por los títulos. Nada que objetar a su siempre eficiente tenis. Sin embargo, hay notas que debería revisar. Los rivales no son los de antes, y él parece haberse anclado.

Uno de sus principales problemas es sin duda el aburrimiento. No consigue centrarse durante todo el partido y en más de una ocasión hemos podido comprobar que los partidos se le escapaban por detalles. Los rivales le están demostrando que si no está al cien por cien, es batible. Y eso empieza a ser peligroso, pues ya no es el contrincante a ganar, sino un obstáculo más que se puede superar con cierta concentración. Y el otro punto a mejorar es sin duda acortar los puntos. Durante su 2011 ha alargado sus partidos de forma superflua cuando ya los tenía ganados. Le gusta que su rival se pasee de lado a lado de la pista, pero debe terminar sus puntos con más comodidad o se puede ver superado por su contrincante, como ya ha pasado más de una vez. Veremos…

Los puntos que defienden

Mientras tanto, Djokovic sigue a lo suyo. Logrando triunfos que le quedaban lejos hace apenas 300 días. Defiende en Montreal 360 puntos (en Cincinnati 180 y 1200 en US Open).

Nadal lo tiene muy difícil para volver a ser número 1 antes de terminar el año. Defiende 2540 puntos. Solo si lograra todos los títulos y Djokovic no superar la tercera ronda podría arrebatarle el trono. Bueno… todo es posible. Aunque lo importante no es lograr que pierda Djokovic, sino defender su propio puesto.

2320 puntos son los que defiende Federer. Llegó a la final (y la perdió contra Murray) de Montreal y ganó en Cincinnati. Por lo tanto, defiende 1600 puntos y solo podría ganar 400 si se lleva ambos torneos. En el US Open el suizo logró 720 puntos, ya que perdió contra Djokovic en las semifinales, lo que le da cierta oportunidad de conseguir algún punto que le acerque a Nadal, aunque los 1740 que les separan parecen más que inalcanzables.

Murray es que el, a priori, mejor lo tiene para lograr su objetivo, que no es, de ninguna de las maneras, alcanzar el número 1 ni el número 2, pero sí acercarse al 3. Defiende muy pocos puntos porque perdió muy pronto en el US Open y podría llegar casi a los 2000 si gana la edición de 2011. Lo que le daría una muy buena posición para la próxima temporada.

Seguiremos informando.