Una hora y doce minutos. Es lo que le costó al serbio terminar, por segunda vez consecutiva en lo que llevamos de año, con el suizo Roger Federer. Y consigue su tercer título en Dubai de forma consecutiva.
Hizo el serbio un primer set perfecto, sin ninguna fisura y sin dudas, con un saque potentísimo que le ha hecho ahorrar esfuerzo ganado puntos fácilmente. Un solo break le bastó para conseguir el 6-3 ante un Roger Federer triste y gris, sin ganas de ganar, golpeando sin pensar ni acertar, jugando constantemente a la derecha del serbio, que no tenía ninguna dificultad en pasarle una y otra vez, una y otra vez. Como él mismo aseguró en la rueda de prensa posterior: «El partido lo he perdido yo».
Duele ver al suizo renqueante, con cara de enfado personal y sin poder hacer frente a su propia dispersión. Pero es que ayer Djokovic salió a jugar como solo puede hacerse si se enfrenta uno al helvético. Al 300%. Y la velocidad que le impuso a la bola fue inaccesible para Roger.
Todos queríamos más final, y el segundo set así parecía presagiarlo. El suizo se agarró a la pista y comenzó a cometer menos errores. Nole bajaba la marcha y su saque bajó al 50 % frente al increíble 92% del primer set.
Parecía que el de Basilea iba a plantarle cara cuando consiguió asegurar el break y se plantó con un 3-1 a favor. Pero solo fue un espejismo. Los errores no forzados -angustiantemente alto su porcentaje- le dieron de nuevo confianza a Djokovic que apuró ante la pasividad del suizo y terminó por doblegarle en otro humillante 6-3.
Humillante porque en ningún momento plantó cara Federer. Convencido en los primeros encuentros en ganar a toda costa el ATP 500 de Dubai, el Federer de la final no fue ni una sombra de lo que se esperaba de él. Aun así, mantiene su segunda posición en el ránking, pero Djokovic ha mejorado su saque y su revés y, sobre todo, su cabeza, que parece mantener más fría que de costumbre.
Djokovic azuza y Federer vuelve a tener miedo a ganar. Incomprensiblemente.
Indian Wells en quince días, veremos si el suizo por fin aguantará lo que pueda hasta los Juegos Olímpicos o podremos disfrutar de nuevo de su juego, su cabeza y su arte en la pista.
Mientras tanto, disfrutaremos de un Djokovic más centrado y seguro en su juego, tal y como le hemos visto desde finales de la temporada pasada y, sobre todo, en el inicio de esta.
Tie Break