Sin esforzarse demasiado y sí preparando rodillas y pies, Rafa Nadal volvió al Rod Laver Arena con la firma intención de no repetir lesiones del año pasado. Un chasquido en su rodilla derecha le jugó una mala pasada el domingo por la tarde: «Traté de doblar dos veces la pierna para que volviera a la sensación normal y la tercera ya no pude ni doblarla. De repente, un dolor. Estaba abajo y no pude subir a mi habitación por mi solo porque no podía doblar la rodilla y si la doblaba tenía un dolor que no lo podía soportar. Me vi fuera de competir este torneo. Sin tener movilidad en la rodilla me parecía casi insalvable que ayer por la tarde no pudiera doblar la rodilla y hoy verme jugar en una pista».

Pero Nadal, luciendo vendaje en la rodilla derecha, salió a comerse a Alex Kuznetsov al que barrió de la pista por 6-4, 6-1 y 6-1. «La sensación ha sido buena. Dudosa al principio pero después de un rato jugando empecé a coger confianza en la rodilla y me he ido de la pista feliz porque sigo en el torneo, feliz porque la rodilla ha funcionado y feliz porque el nivel tenístico ha sido satisfactorio. Empezar los puntos bien te da la vida y el año pasado los empecé bastantes veces mal. Con la derecha he sido capaz de tirar golpes ganadores desde media pista con mucha facilidad y en general me voy a casa muy contento porque he hecho muchas cosas muy bien. Este es el camino a seguir».

Muy buenas sensaciones del español para empezar en el primer grande del año, pues se le vio más fresco en sus decisiones y con una actitud más agresiva, golpeando la pelota más hacia delante y evitando que le llegue al cuerpo para poder devolverla con más daño al otro lado de la pista. Quizá sean los tres gramos de su raqueta los que le hacen aprovechar más la velocidad con la que viene la pelota, lo que sí es más que evidente es que ha dado un paso hacia dentro. Jugó con un pie pisando la línea y con su raqueta en posición más plana que de costumbre. Busca hacer daño, busca la agresividad, busca ser él quien lleve el punto y no correr tanto. Busca cambiar de aires y pasar de la defensa al ataque, incluso se le vieron algunos puntos en los que no terminaba el golpe por encima de la cabeza, como suele ser habitual, sino que imprimía todo el peso de su cuerpo sobre la raqueta para terminar con la raqueta en el hombro opuesto. Con eso, la velocidad de la pelota aumenta y por eso hubo puntos en los que no dejaba que pasaran de los tres golpes. Si Federer decía que para ganar un set, Nadal podía utilizar 60 minutos cuando él solo gastaba 30, quizá el español ha terminado aprendiendo del maestro para reservarse fuerzas para los partidos más importantes. Raqueta, cabeza, táctica. Nadal en estado puro de mejoría y superación.

Rafa Nadal, en su primer partido en Australia

Federer brilla en la madrugada

Publicado: septiembre 7, 2011 en Tenis
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Marcaba el reloj la hora de las brujas cuando Roger Federer apareció en la pista como una maldición, para Juan Mónaco. Lenta fue la espera de ambos tenistas en la noche de Flushing Meadows, mientras sus compañeras terminaban un maratoniano partido que iba vaciando las gradas conforme el minutero avanzaba sin descanso y sin compasión. Preludio de lo que estaba a punto de suceder. Con paso firme, medio ausente, sin expresión alguna, Federer. Todo color, ímpetu, saltos, Mónaco.

El suizo desempolvó su raqueta, comenzó el festín, alegría para los aficionados que aguantaron en un país poco dado a las horas intempestivas. Pronto pudieron disfrutar del espectáculo que se hizo corto, para según quién. Doce minutos bastaron para que Federer descansara con 5-0 a favor. Largo, larguísimo fue para Mónaco, espectador de excepción, abrumado por reveses que surgían de la nada y saques que se desvanecían en la madrugada. «Lo estoy pasando fatal», gritó el argentino, presa fácil de un suizo que dejó golpes para el estudio y un marcador abrumador de 6-1, 6-2 y 6-0 en apenas hora y cuarto.

Federer levanta el pulgar en señal de victoria

En un torneo que se va comiendo a los tenistas, Federer camina levitando, elevándose sobre las lesiones y los abandonos. Disfrutando, superando la primera semana con elegancia y efectividad. Fue Santiago Giraldo el debutante, disparó Federer y recogió el premio aun sin la puntería fina (6-4, 6-3 y 6-2). Se acercó Dudi Sela, pero con más tono en la raqueta tampoco fue obstáculo (6-3, 6-2 y 6-2). Marin Cilic mordió, pero acabó en el zurrón sobrepasado por la experiencia (6-3, 4-6, 6-4 y 6-2).

A la caza de Connors
Bajo el yugo de su raqueta ya han caído, con Mónaco, 227 víctimas en 259 partidos de Grand Slam. Vertiginosa cifra aun cuando llevas trece años en el circuito profesional y ya todos sellan tu tumba. Pero aún no es el momento, dice en cada victoria. Tiene todavía algunos objetivos que superar, aun con un palmarés ya de por sí magnífico. Ya ha superado a André Agassi en victorias en Grand Slam, pero Jimmy Connors ostenta el título con 234. Treinta son los cuartos de final que alcanza de forma consecutiva en grandes citas. Suma y sigue.

Arrinconado por la estrella emergente de Novak Djokovic, y su archienemigo Rafa Nadal, solo suma un título, y menor, en todo la temporada, en el torneo de Doha, ya en el lejano enero. Ayer afiló las cuerdas para avanzar en la competición, en la historia, en la leyenda. Busca su sexto US Open, su octava temporada con, al menos, un Grand Slam.

Ya con los rayos arañando el despertar en España, Federer levantó el pulgar de su mano derecha, sonrisa plácida, mecido por la bruma de la noche y de su éxito. Contagiado por los aplausos y rodeado del aura de tranquilidad de quien nada tiene que demostrar y juega por diversión.

Tsonga en cuartos será otro partido. «Me encantan las grandes citas, tengo muchas ganas de jugar contra un tenista tan explosivo, especialmente en este momento del torneo», comentó el suizo. El francés le apeó de Wimbledon en la misma ronda en la que se enfrentarán cuando la lluvia respete el juego. Sí, será otro partido… ojalá el mismo tenis.

Mi noticia en abc.es (7 de septiembre de 2011): http://www.abc.es/20110906/deportes-tenis/abci-federer-monaco-201109060820.html

Hace un año, en la tierra de las oportunidades, Rafa Nadal hizo posible lo imposible. Con todo en su contra, salvo su orgullo y su hambre, conquistó las américas. Aquí selló de un mordisco su último triunfo en un grande. Un año después, Nadal regresa al torneo más eléctrico del circuito, y no solo por el color. Aquí solo ganan los mejores. Y hoy, la alfombra azul de Flushing Meadows se despliega para él.

Hace un año, Nadal se tiró al suelo para certificar su gloria cuando la pelota de su rival salió por el lateral. Las manos en la cara, cubriendo quizá las lágrimas. Alzando los brazos y clavando la rodilla en la tierra conquistada. En la grada, un Toni Nadal levantado de la silla, intentando durante todo el partido elevar a su sobrino hacia la cima del éxito. No existían el uno sin el otro. Sobrino y tío, el tándem que había llevado el nombre de España por todos los rincones del mundo y que lograba triunfar en todos los continentes, en todo el planeta tenis. Fue la última vez que Rafa Nadal venció a Novak Djokovic.

Hoy, a pesar de todas las finales alcanzadas, parecen pesar más las 10 derrotas que acumula en el año. No se ven las 53 victorias, sino que Nadal no había llegado al US Open con tantos partidos perdidos en sus piernas desde 2007. Y parece que todo ha cambiado. Aunque el escenario y los protagonistas que se han dado cita en Flushing Meadows sean los mismos.

Un año da para mucho. Entre otras cosas, crecer. «Ya no soy un niño», dice Nadal. Comienza a pesar la total dependencia que le unía a su tío. ¿Quiere volar solo? De ninguna manera. Solo quiere decidir más y es consciente de que si el trato y las tácticas de entrenamiento que utiliza con él llegaran de cualquier otra persona ajena a la familia, no se lo hubiera consentido. «Antes todo lo que decía lo cumplía sin rechistar, ahora puedo argumentar y el sabe que tengo 25 años». No, ya no es aquel muchacho que llegaba de los entrenamientos entre lágrimas y que recibía el mote de «niñito de mamá» o «jugador de cuarta» cuando no golpeaba bien. Es el tenista de los 10 Grand Slams que, en el último año en que la hegemonía del tenis ha cambiado, dice que sigue el mismo objetivo que siempre: «Ser mejor tenista que antes». Pero ahora, ese mejor tenista tiene nombre serbio.

Hace un año, nadie se fijó en que el rival de Nadal en el último partido era un Novak Djokovic que nadie tomaba demasiado en serio. Ni él. Lleno de orgullo todavía adolescente, el serbio arrebató un set al español, pero ahí se quedó. Con gestos de sorpresa cuando lograba arrebatarle un punto. Con pataletas de niño pequeño cuando los perdía. Con la proeza a las puertas porque otro había sido llamado antes que él para abrirlas. Ahora es Djokovic quien empuja fuerte y, al revés que Nadal, él tiene todo a su favor. Su año, su confianza y su tenis.

Es, por mucho que intente quitarse presión, el gran reto de Nadal. Interno, que viene de uno externo, porque tiene por delante la difícil labor de recuperar la confianza perdida en las cinco finales arrebatadas por el serbio. Desde fuera se ve muy claro. «Djokovic es el único que puede meter presión a Nadal. Es con el único con el que le he visto frustrado», asegura un experto en la materia como Pete Sampras. Es la asignatura pendiente que va pesando sobre sus piernas. En septiembre llegan las recuperaciones, pero hay que estudiar para aprobar.

Y tan concentrado ha estado Nadal en vencer a Djokovic que se olvidó de que el camino de un torneo es largo, con baches, obstáculos y rivales que también tienen su tenis, y su honor. Antes de Djokovic hay un mundo, con Dodig y Fish en él, que parece invisible a los ojos del niño que ya se ha hecho mayor. La situación, nueva y desafiante, ha torcido la sonrisa y ha nublado la vista de los títulos.

Casi septiembre, Estados Unidos, y el último examen comienza hoy.

Cayó Andy Murray y Nadal en su partido de estreno, ayer Federer en su segundo partido, de nuevo ante su verdugo en Wimbledon, Jo-Wilfried Tsonga. Robin Soderling ni siquiera participaba. A priori, los favoritos le despejan el camino al número uno en su estreno como rey de las pistas.

Murray, eliminado en su debut

No obstante, no es esta la noticia. Las victorias de Djokovic parecen aseguradas en el 2011. La noticia estriba en que hay otros jugadores que reivindican su sitio, esos que han tenido la mala suerte de compartir época tenística con Federer, Nadal y ahora el serbio.

Reivindican su portada en los grandes torneos, esos que copan siempre los cuatro primeros, pero a los que ya Jo-Wilfried Tsonga amenazó con su soberanía. Era Wimbledon. Sobre la hierba londinense faltó uno de los cuatro magníficos porque la gran envergadura del francés pudo con la del suizo Roger Federer.

Federer perdió en su segundo partido

En Montreal los «outsiders» han vuelto a levantar sus raquetas en alto en busca de un sitio en la historia, aunque sea un apunte anecdótico. Buscan las migajas que otros de más arriba sueltan, pero ya están aquí, y tienen ganas de batallar. El Open de Estados Unidos se plantea interesante.

Nadal se despide del torneo en su primer partido

Por ahora, Mardy Fish, Tomas Berdych, Janko Tipsarevic, Gael Monfils, Jo-Wilfried Tsonga y Nicolás Almagro, único superviviente español, firman los cuartos de final, y el primero ya las semifinales. Su órdago ya está lanzado y en la emboscada Federer, Murray y Nadal ya han caído.  Solo Djokovic aguanta en pie.

Tenistas en pie de guerra:

Mardy Fish, ya en semifinales

Tomas Berdych selló su tercera ronda ante Karlovic

Tipsarevic, el otro serbio que reivindica su sitio

Monfils sigue su camino

Tsonga volvió a derrotar a Federer

Almagro, único español superviviente

Primer paso en falso

Publicado: agosto 11, 2011 en Tenis

Era 2008 y Nadal ya acostumbraba a sus seguidores a ganar con comodidad hasta las finales. Pero llegó Roma y llegó Juan Carlos Ferrero y venció al campeón. Así, sin más. La derrota fue en primera ronda, ante otro español, por lo que no fue tan amarga.

Ayer volvió a pasar. Un tal Ivan Dodig, que ganó este año el torneo de Zagreb, desenfundó su raqueta y comenzó el que sería su segundo partido en el torneo y, previsiblemente su último. Con todos los credenciales sobre la mesa, el número 41 del mundo poco podía hacer contra el número 2, pero el tenis tiene esa capacidad para que el presunto débil termine con Caín.
No eran ni mucho menos desconocido el uno al otro. En este año, ya se habían visto las caras en las semifinales del Conde de Godó en Barcelona. En esa ocasión, el balear, casi en casa, arrolló al croata con un contundente 6-2 y 6-3.

Nada parecía presagiar otro resultado que no fuera parecido a ese. Y el 6-1 que le endosó Nadal solo presagiaban un abultado marcador.

Pero la lluvia, esa que a veces es una maravilla, fue una pesadilla para el tenista balear. La suspensión del partido, el retraso al empezar, los primeros puntos sobre una superficie y tener que volver a la caseta desequilibraron la cabeza del número 2. Ya vaticinó él que no estaba al cien por cien en su aterrizaje en Montreal, pero ni siquiera él podía presagiar que el partido se iría a las tres horas y que terminaría con dos tie breaks que cayeron del lado de Dodig.
El croata no disputó la edición de 2010, y en su primera aparición en Canadá no superó la ronda clasificatoria. Juan Carlos Ferrero se lo impidió. El mismo tenista que apeó por última vez a Nadal en primera ronda, allá en Roma, hace tres años.

Nadal felicita a Dodig tras su victoria

 

 

Era 2008, y Nadal se tomó la derrota con la deportividad que él atesora; ganó Hamburgo, Roland Garros, Queen’s, Wimbledon y Canadá. La venganza puede ser terrible, y con la raqueta de Nadal, puede no tener límites.
Segunda sorpresa de un torneo que ya se llevó por delante al número 4, Andy Murray, en la primera jornada. El escocés se encontró con un Kevin Anderson con ganas de dar el cante. Y lo dio. No dio tregua a un Murray totalmente ido, sin encontrar ni su juego ni casi su raqueta. 6-3 y 6-1, para el sudafricano.

El primer paso hacia la reconquista solo puede asegurar el segundo. Djokovic continúa en el circuito, a pesar de un dubitativo primer set contra Nikolay Davydenko, que comenzó el partido a un nivel increíble. Una pelota cambió el ritmo del encuentro. Un juego que remontó Djokovic y que cambió para siempre las riendas del primer encuentro. El número 1 se plantó con más piernas y más cabeza, las mismas que perdió el ruso conforme pasaban los minutos, los juegos y las pelotas.

Sigue el serbio en Montreal, defendiendo a capa y espada su trono. A la espera de que sus rivales le vayan dejando el camino libre para seguir agrandando su vitrina. Por ahora ya está en octavos y se enfrenta hoy a Marin Cilic (sobre las seis), que derrotó a Juan Martín del Potro. Otro, que todavía no ha encontrado su forma. Número 2 y número 4 están out; pero el 3 sigue, enfrentándose a partir de las 2330 horas a su verdugo en Wimbledon, Jo-Wilfred Tsonga.

Comienza la gira americana, por fin!

Publicado: agosto 5, 2011 en Tenis

Comienza la temporada americana. El día 8 de agosto, cumpleaños de Roger Federer, los Estados Unidos verán pasar pos sus pistas de tenis a las mejores raquetas del circuito.

Con un calendario apretado, Nadal, Djokovic, Federer y Murray encaran el final de temporada con inquietudes dispares.

Nadal tratará de subir en la clasificación para no ver demasiado lejos a Djokovic.

Nadal y Federer comparten pista de entrenamientos en la Rogers Cup

El serbio intentará mantener el tipo y el excelente estado de forma que acumula desde enero.

Murray… seguirá buscando su sitio y su cabeza.

Federer cumplirá los treinta a la espera de retomar tiempos pasados en los que solo Nadal y él se disputaban los triunfos.

El suizo quiere volver a reinar sobre las pistas, pero en estos siete meses ha encontrado ciertas deficiencias que le han impedido luchar por los títulos. Nada que objetar a su siempre eficiente tenis. Sin embargo, hay notas que debería revisar. Los rivales no son los de antes, y él parece haberse anclado.

Uno de sus principales problemas es sin duda el aburrimiento. No consigue centrarse durante todo el partido y en más de una ocasión hemos podido comprobar que los partidos se le escapaban por detalles. Los rivales le están demostrando que si no está al cien por cien, es batible. Y eso empieza a ser peligroso, pues ya no es el contrincante a ganar, sino un obstáculo más que se puede superar con cierta concentración. Y el otro punto a mejorar es sin duda acortar los puntos. Durante su 2011 ha alargado sus partidos de forma superflua cuando ya los tenía ganados. Le gusta que su rival se pasee de lado a lado de la pista, pero debe terminar sus puntos con más comodidad o se puede ver superado por su contrincante, como ya ha pasado más de una vez. Veremos…

Los puntos que defienden

Mientras tanto, Djokovic sigue a lo suyo. Logrando triunfos que le quedaban lejos hace apenas 300 días. Defiende en Montreal 360 puntos (en Cincinnati 180 y 1200 en US Open).

Nadal lo tiene muy difícil para volver a ser número 1 antes de terminar el año. Defiende 2540 puntos. Solo si lograra todos los títulos y Djokovic no superar la tercera ronda podría arrebatarle el trono. Bueno… todo es posible. Aunque lo importante no es lograr que pierda Djokovic, sino defender su propio puesto.

2320 puntos son los que defiende Federer. Llegó a la final (y la perdió contra Murray) de Montreal y ganó en Cincinnati. Por lo tanto, defiende 1600 puntos y solo podría ganar 400 si se lleva ambos torneos. En el US Open el suizo logró 720 puntos, ya que perdió contra Djokovic en las semifinales, lo que le da cierta oportunidad de conseguir algún punto que le acerque a Nadal, aunque los 1740 que les separan parecen más que inalcanzables.

Murray es que el, a priori, mejor lo tiene para lograr su objetivo, que no es, de ninguna de las maneras, alcanzar el número 1 ni el número 2, pero sí acercarse al 3. Defiende muy pocos puntos porque perdió muy pronto en el US Open y podría llegar casi a los 2000 si gana la edición de 2011. Lo que le daría una muy buena posición para la próxima temporada.

Seguiremos informando.

Banderas…

Publicado: junio 21, 2011 en Uncategorized

Wimbledon acaba de dar comienzo, y para buscar el próximo campeón, nada mejor que bucear en el pasado. EN una de esas búsquedas de hemeroteca, me topo con esto, dos ejemplos de que la historia también pasa por las banderas.

El primero para Murray

Publicado: junio 13, 2011 en Tenis

El escocés vence a Tsonga en la final aplazada de Queen’s

Por tercera vez en la historia del torneo, la final se disputaba un lunes porque la lluvia londinense es muy impertinente. Por segunda vez en tres años, Andy Murray ganó el trofeo de Queen’s. Por primera vez en el año, el escocés se lleva un título.

Después de una buena temporada (final en Australia, semifinal en París), Murray necesitaba que sus fuerzas tuvieran recompensa; pero comenzó mal el partido al verse sorprendido por los golpes duros y escorados de Jo-Wilfried Tsonga. Casi metro noventa y noventa kilos de masa y corpulencia. Así comenzó el partido, aprovechando su fortaleza física para arrollar a Andy Murray y arrinconarlo en la línea de fondo.

El escocés también ayudó con sus excesivos errores no forzados. Cometió tres dobles faltas por una del francés, se desquició con su volea y no tuvo piernas para llegar a los misiles de Tsonga. Solo una rotura de saque le valieron al francés para hacerse con el primer set por 6-3.

Murray entonces se entonó, comenzó a ver los huecos que dejaba Tsonga y apretó los dientes. Sin embargo, una pelota en la cinta de la red impidió que el francés consiguiera el break y su saque para cerrar el set y el partido. La igualdad en el marcador llevó el partido al tie break donde el escocés estuvo más atinado y venció por 7-2.

En el tercero, la corpulencia de Tsonga fue demasiada para pasar la pelota con fineza, y el escocés logro un break en el quinto set que sería definitivo para ganar el partido por 6-4.

Para la afición, el escocés dejó un gran Willy en el 5-3 y un espectacular remate final para terminar el encuentro.

Miedo

Publicado: junio 7, 2011 en Uncategorized

El decorado cambia del rojo al verde.
Comienza la temporada de hierba y Juan Martín del Potro se quedó con muchas ganas de títulos después de su gran duelo contra Djokovic en Roland Garros. O, por lo menos, luchar hasta donde no pueda más.

La salud del tenista podrá, si le respeta, darle muchas satisfacciones. Pero cuando las lesiones se curan, la cabeza debe hacer lo mismo.
Hoy, en su partido frente a Istomin, todas las dudas y el miedo han vuelto a sus piernas, a su cuerpo a su cabeza.

Un golpe plano del uzbeko ha hecho que Del Potro tuviera que estirarse demasiado. El pie derecho que iba delante ha resbalado en la hierba y el de atrás, se ha quedado clavado. Demasiada flexibilidad para alguien que no pasa por el cien por cien de su estado físico.
De ahí no ha pasado el susto, pero Del Potro no ha podido levantarse de inmediato, el miedo lo ha dejado sentado en la pista durante unos instantes.
«No ha pasado nada, el fisio me ha dicho que estoy bien», confesó tras el partido. La venda en el muslo solo ha sido por precaución. Pero las dudas, el miedo, los recuerdos y los nubarrones volvieron a pasar por la cinta azul que lucía hoy en la pista.

En cualquier caso, el argentino ha derrotado a Istomin por 6-4 y 6-2 y sus sensaciones en la pista verde, después de casi dos años y a pesar de las 4 o 5 caídas que ha tenido, han sido muy favorables.

Ánimo, Delpo, puedes con tus rivales y con cualquier miedo.

 

Expediente X: Novak Djokovic

Publicado: junio 2, 2011 en Tenis

41 partidos imbatido de forma consecutiva. A uno de lograr la proeza de igualar a McEnroe, pero el Roland Garros parece ser el torneo rompe récords. Si en 1984 fue la final perdida ante XXX la que privó a McEnroe de lograr los 43 partidos seguidos, en esta ocasión fueron las semifinales ante Federer las que quebraron la racha del serbio.

Si Roger Federer empezó todo en Londres, el suizo tenía que concluirlo.

Estos son algunos de los números de Djokovic en su portentoso comienzo de temporada en 2011.

Partidos ganados                                    41

Edad                                                     23/24

Torneos                                                         7

Títulos Grand Slam                                    1

Sets                                                         87-10

Juegos                                              570-276

vs. Top 10                                                13-0

Tierra                                                         16-0

Tiebreaks                                                     5-2

Torneos
Open de Australia
Masters 500 Dubai
Masters 1.000 Indian Wells
Masters 1.000 Miami
Masters 250 Belgrado
Masters 1.000 Madrid
Masters 1.000 Roma
Roland Garros (eliminado por Roger Federer 7-6, 6-3, 3-6, 7-6)

Datos que describen el portentoso momento que atraviesa Novak Djokovic. Pero qué ha cambiado?

La respuesta, como decía Dylan, no se encuentra en el viento, sino en la cabeza. Hace mucho tiempo que Djokovic tiene tenis en su raqueta, y él lo sabía. Pero le faltaba algo para demostrárselo al mundo, a la tropa que le acompaña en cada partido y a sí mismo. Sobre todo a sí mismo. Con 23 años, el vértigo de estar entre los más grandes puede planear como un demonio sobre cualquiera. La adolescencia pasa por todos, incluyendo a los deportistas de elite.

Nole, en 2008

 

«I will be a big danger for the future» decía un Djokovic veinteañero en 2007. Pero seguía teniendo 20 años y una edad del pavo que, con ciertas diferencias con respecto a otros adolescentes, no dejaba de estar marcada por las hormonas y el pasarlo bien: «Me encanta esquiar. Me gusta tanto que prefiero arriesgar y disfrutar de vez en cuando. Mucha gente me dice que no lo haga, pero cuando quiero algo es muy difícil pararme. Ahora es mi segundo deporte, aunque cuando tenía 11 o 12 años era mi primero. Tuve que elegir y opté por el tenis».

Sin embargo, los 23 años le han dado la madurez suficiente para darse cuenta de que podía estar ahí, luchando por hacerse un hueco en la rivalidad Federer-Nadal. Atrás quedaron las retiradas de los partidos por pequeñas molestias y lesiones sobreactuadas, las imitaciones de todos sus rivales al terminar cada encuentro, los aspavientos y las salidas de tono al ganar o al perder un punto. Ahora queda la ligereza en sus movimientos, la elasticidad de su cuerpo, la limpieza en su juego, la agresividad en su raqueta, la finura en su figura y la cabeza despejada y confiada en su propio tenis. Las bases de un campeón.

Su juego, ahora, es mucho más meticuloso y metódico. Y mucho más limpio. Sin apenas movimientos de más para llevar la raqueta atrás o situarse bien junto a la pelota. Mide más sus pasos y se mueve mejor sobre la pelota. Y recupera mucho mejor que antes la posición en la pista, volver al centro para poder estirarse mejor hacia el siguiente golpe.

Sin duda la dieta ha favorecido mucho. Pero también la cabeza ha mejorado. Ver y saber ver la pelota con antelación da la ventaja suficiente para colocarse y acercarse a la pelota con mejor predisposición para golpear. Su físico le permite estirarse hasta esas pelotas rapidísimas que pasan por las esquinas y que solo con esa flexibilidad de piernas que él gasta puede seguir en el partido recibiendo y devolviendo golpes. La rapidez es un grado; ver la pelota con anticipación,

Pero la superación es algo que también se entrena, se trabaja y se logra. Siempre ha tenido muy buenos golpes, el revés le corría como a ninguno, pero nunca fue el gran jugador que podía acechar a los dos primeros. Primero Federer, después Nadal, solo era cosa de dos. Pero el mismo Djokovic reconoce que «todo es mental. Tienes que salir a la pista creyéndote que puedes ganar. Siempre he creído, pero también se va aprendiendo a confiar».

El estilo de juego nada tiene que ver con el de hace diez años. El saque-volea se terminó y el tenis comenzó a jugarse desde la línea de fondo. Por eso los reveses se hace a dos manos y no a una, salvo si eres un mago de la raqueta como Roger Federer. Y por eso Djokovic se encuentra mucho mejor desde que los partidos se ganan y se pierden sin necesidad de subir a la red. Incluso en Wimbledon. Y la carrera lateral se ha convertido en la clave del tenis del 2000. Pero la verdadera clave del serbio es que ha sabido mejorar todos sus golpes, y ofrecer así un repertorio que puede desequilibrar a cualquier rival. Ya sea de drive o de revés, «Nole» es capaz de jugar agresivo y defensivo a partes iguales y, sobre todo, puede pasar de un ataque a una defensa y volver a atacar. Algo que le costaba muchísimo conseguir hace apenas unos meses cuando si defendía ya no sabía salir de ese casillero.

Djokovic, como campeón del Open de Australia en enero 2011